Ceci n'est pas happening
Texto curatorial por Tomás Powell
Las palabras inglesas happening (sucediendo o acontecer y, en sentido figurado, manifestación artística en el ámbito de la música, el teatro o las artes visuales que se caracteriza por la participación espontánea o provocada del público) y happiness (felicidad) comparten su origen en la palabra hap, del inglés medio: suerte o chance, posibilidad de que algo ocurra. De allí también, por ejemplo, perhaps (tal vez, posiblemente) o happenstance (contracción de happen y circumstance: suerte, coincidencia, casualidad). De esta manera, en el mundo anglosajón la felicidad está ligada, íntimamente, a la posibilidad o al hecho de que las cosas sucedan. Con cierta creatividad etimológica podríamos pensar que happening y happiness son sinónimos. O pensar que la felicidad consiste en tener la suerte (o la esperanza) de que algo suceda. Esta interpretación es especialmente cierta para las actividades proyectuales.
Las obras de Rosario Marquardt y Roberto Behar (R & R Studios) son perturbadoras porque son insoportablemente optimistas para nuestra mentalidad tanguera. Pero también porque son pura posibilidad: son, a la vez, presentación y representación, reales e imaginarias. Son objetos o espacios completos y habitables y también modelos: “souvenirs de un mundo alternativo todavía por construir…”1. Instant Happiness, la obra que presentan aquí, en su primera muestra en Argentina, está pensada como un kit para armar: cortinas multicolores, luces y banderines de colores, papel picado y serpentinas. Como una instantánea de la alegría, que es también “recuerdo y transfiguración de la calesita y el Italpark, el club social, el cuarto oscuro y el carnaval”. La arquitectura reconfigurable de una fiesta nómade siempre por suceder.
Soledad Rodríguez Zubieta es conocida como musicalizadora de programas de radio y por sus performances en vivo como DJ tradicional. “La música es infalible en su capacidad de proponer experiencias”2, cree también Soledad, entonces, su trabajo tiene también una dimensión proyectual cuando materializa esa capacidad, desde su firma Modular, en el encargo de transformar espacios para programas comerciales o personales específicos. Es lo que ella llama “decoración sonora”. Pero si la música puede pensarse como “decoración” de un proyecto arquitectónico, es difícil imaginarla sino como la estructura misma de una fiesta. Por eso, su Arquitectura de la fiesta se presenta aquí como un compilado de dancefloor classics –esa música “transversal”, infalible– de las últimas siete décadas que completa la estructura espacial propuesta por R&R y explora la capacidad proyectual de hacer que algo suceda.
¿Qué otra cosa es un proyecto feliz si no uno que sucede?
1- Roberto Behar en Miami Stars, Alfonso Corona Martínez, Barzón 16, diciembre de 2010.
2- Débora Cerchiara, Easy Listening, Barzón 29, agosto de 2013.