La ciudad que necesita la humanidad

  • Autor arq. Amancio Williams
  • Año 1974-89
  • Programa Ciudad
  • Estado No construído
  • Imágenes en archivo 16

Las ciudades deben devolver a los hombres lo que les quitaron: la luz, el aire, el sol, el goce del espacio y del tiempo, lo que necesitan para su salud física y mental, las horas que hoy pierden estéril y desagradablemente en el transporte y que podrían aprovechar para la producción, el descanso o el placer. Dar a la humanidad la ciudad que necesita, establecer el planeamiento racional humano aplicando el conocimiento y los grandes recursos de nuestros días, deben ser un fin y una base para una nueva política.

El primer antecedente de una ciudad lineal fue el estudio de Soria y Mata, ingeniero español de fin de siglo pasado. Le siguieron luego La Ciudad Lineal de Le Corbusier, -muy bien expuesta en su libro Los Tres Establecimientos Humanos- y la Ciudad Metro-Lineal de Reginald Malcolmson.

Para encarar hoy la Ciudad que Necesita la Humanidad se han dado ya algunos factores importantísimos como:

La inmensa capacidad natural de transformación que llevan en sí mismas las grandes ciudades. La posibilidad de crear mayores valores poblacionales en el proceso de planeamiento.

El tedio y el hastío que tienen los hombres como para seguir viviendo en las ciudades actuales.

Se verifica también como hecho real e importante la tendencia de las poblaciones a nacer y crecer a lo largo de las vías naturales o artificiales de comunicación o a lo largo de las zonas de potencial natural de desarrollo. El desarrollo lineal es el más conveniente y natural y será característica primordial de las nuevas ciudades. Estas no destruirán ni aplastarán la naturaleza, por el contrario la pondrán en su valor. Utilizarán el suelo en porcentajes mínimos para apoyar sus estructuras.

La ciudad propuesta comienza a treinta metros del suelo. Está dividida en tres sectores y formada por estructuras de pórticos de hormigón armado. De abajo hacia arriba, el primer pórtico contiene las cañerías de servicios donde se realiza la renovación del agua utilizada. Le sigue el área habitacional en la que las viviendas se disponen en diez grupos de siete pisos cada uno. En cada grupo se disponen plazas de 25 m. de base por 25 m. de altura por 60 m. de profundidad. Los límites laterales de las plazas, concebidas paisajísticamente, resultan de una combinación de cristal y plástico. Por encima de las viviendas se encuentran los servicios pertenecientes a la zona habitacional. Todo este primer sector tiene un ancho de 200 m.

El sector medio corresponde a las circulaciones vehiculares internas combinadas con los núcleos de ascensores. Se prevé para el mismo el reemplazo paulatino del automóvil y la incorporación de trenes magnéticos. Este sector tiene aproximadamente un ancho de 160 m. En el sector superior se encuentra la parte concerniente al trabajo que cuenta también con una zona de servicios. Allí se ubican la administración y los mercados industriales. Las grandes fábricas están al pie de la ciudad.

Esta ciudad presenta muchísimas ventajas. Entre ellas, se eliminan las distancias entre el lugar de la vivienda y el del trabajo, ya que sólo hay que salvar una diferencia de niveles, y desaparece también la oposición entre la vida de la ciudad y del campo, ya que al pie de aquélla se puede arar o cultivar trigales.