Amancio Williams: La conquista del espacio

  • Autor Barbara Berson

Amancio Williams: La conquista del espacio

Amancio Williams comienza sus estudios de ingeniería en 1931,  donde cursó tres años, los cuales abandona por la crisis institucional que vivía la universidad en esa época. Durante ese periodo se dedicó a la aviación y en 1934 fue parte de la comitiva que recibió el Graf Zeppelin, un mastodonte de 240 m de largo que sorprendió a los porteños flotando sobre la costa.

«No podemos imaginar la grandiosidad de la vista que estaba gozando. Es algo difícil de explicar; no era solamente la impresión de esta enorme y maravillosa forma, sino también la elegancia y suavidad de los movimientos del Zeppelin, que podía percibir con nitidez. Nunca lo olvidaré: como fondo, a la derecha de mis dos alas plateadas, mirando hacia arriba aparecía el precioso Zeppelin plateado, con sus elegantes movimientos contra el cielo. Hacia abajo el precioso Río de la Plata, plateado en la luz mañanera».

1- Extracto del texto: La llegada del Graf Zeppelin a Buenos Aires, Amancio Williams

En 1938 decide comenzar la carrera de arquitectura de la cual egresa en 1941. Cursa sus estudios durante la Segunda Guerra Mundial, contexto que interpela a este jóven estudiante a indagar sobre las problemáticas del hombre de su época.

De su pasión por la aviación deriva su preocupación por escapar de la gravedad de la Tierra, convirtiéndolo en un inventor de prototipos arquitectónicos que se despegan del terreno.

En 1942 Le Corbusier escribe junto a Francois de Pierrefeu “La Casa del Hombre” donde publica una serie de imágenes con pensamientos sobre la ciudad y la vivienda para el Hombre Nuevo. Allí se puede observar una imagen que ilustra la idea de Le Corbusier para la Ciudad de Buenos Aires, donde los rascacielos liberan el suelo y recién entonces, según palabras del autor, “la relación hombre-naturaleza será restaurada”.

2-Libro La maison des hommes Francois de Pierrefeu- Le Corbusier, 1942. Página 93.

Quizás el hecho de pertenecer a un país periférico, lejos de los centros hegemónicos de la cultura occidental o bien la inestable economía argentina, habrán impedido otro destino.

¿Sería su casa de Belgrano un palacio de cristal que lo mantenía alejado de las problemáticas locales, tomando distancia de su contexto regional, sobrevolando una realidad que le era ajena?

Podríamos pensar que hay un paralelismo entre aquellos proyectos que desafían la gravedad, que se posan sobre el terreno con elementos mínimos, reduciendo el contacto con el territorio que lo sostiene y un perfil intelectual que roza tangencialmente el plano de realidad.

Su figura responde más a la imagen del arquetipo de pensador abstraído en el universo de las ideas, donde la pulsión por la concreción se contrapone con la pureza de las mismas, evitando asi una posible perdida de contundencia que pudieran significar el sinnúmero de transacciones políticas, económicas, coyunturales  necesarias para llevarlas a cabo.

VIVIENDAS EN EL ESPACIO

En 1942 Amancio Williams inicia el proyecto de “Viviendas en el Espacio”. Ese mismo año se planea el nuevo código de edificación para la Ciudad de Buenos Aires que terminará sancionándose en enero de 1943.

Este proyecto será el primero de muchas investigaciones que tomaran la relación del edificio con el suelo como uno de los ejes fundamentales de estudio.

El proyecto se inserta en la zona sur de Buenos Aires, en un terreno de 14.50 x 43m en el que Amancio Williams realiza una interpretación particular del nuevo código. Se trata de un proyecto de viviendas aterrazadas que maximizan las superficies de patios y asi potencian la exposición de las viviendas al sol buscando mejorar la calidad de vida de los usuarios.

En este primer planteo el edificio se encuentra apoyado sobre un terreno con un desnivel de 1,5 m y las tipologías van acomodándose naturalmente a la pendiente del mismo. Luego en sus propuestas de mayor escala basadas en las nuevas técnicas constructivas, las viviendas se organizaran mediante un aterrazamiento artificial sobre terrenos planos, dando lugar a un espacio bajo el edificio de gran libertad  programática, capaz de albergar distintos usos que den apoyo a las viviendas y al barrio en general, como comercios, cocheras, depósitos, etc.

Este conjunto de conocimientos, técnicas y materiales ha abierto un mundo de posibilidades a la arquitectura y al urbanismo; la más notable es sin duda alguna la posibilidad de llevar las formas al espacio, dejando el suelo libre. Con las posibilidades técnicas han surgido posibilidades estéticas nuevas, insospechadas en el siglo anterior.

(Discurso pronunciado en su incorporación a la Academia Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, octubre 1961)

3-Plano de obra: sección de viviendas en el espacio.

4-Croquis de AW donde se observan las terrazas jardín superpuestas

Esta mirada se contrapone a otras soluciones tradicionales al reglamento donde se plantean edificios en altura con espacios exteriores casi nulos, unicamente las terrazas del último piso son accesibles, generalmente para usos técnicos del propio edificio, dejando al usuario lejos de conectarse con la cosmicidad en el habitar.

En la propuesta de Amancio Williams todos los locales estan orientados al Norte, mientras que otros edificios contemporáneos se organizaban en una superposición de cuerpos alineados unos detrás de otros, generando habitaciones enfrentadas de escasa iluminación.

Las ciudades deben devolver a los hombres lo que les quitaron: la luz, el aire, el sol, el goce del espacio y del tiempo, lo que necesitan para su salud física y mental, las horas que hoy pierden estéril y desagradablemente en el transporte y que podrían aprovechar para la producción, el descanso o el placer. Dar a la humanidad la ciudad que necesita, establecer el planeamiento racional humano aplicando el conocimiento y los grandes recursos de nuestros días, deben ser un fin y una base para una nueva política.

La ciudad que necesita la humanidad 1974-1989

5-Comparativa entre las edificaciones que permite el reglamento municipal y la propuesta de AW.

6-Sección con diferentes soluciones para las cubiertas y carpinterías.

En relación al asoleamiento, genera múltiples pruebas, para optimizar el aprovechamiento solar, preocupación que ya había sido desarrollada en la escena local por Wladimiro Acosta. Su sistema Helios de 1932, mediante el cual analiza y proyecta cortes de sus edificios con viseras de ancho y alto calculado para permitir la protección del sol en verano y el aprovechamiento del calentamiento solar en invierno.

7-Sistema Helios Wladimiro Acosta

Conjunto de Blocs

Desde 1943 hasta 1980 Amancio Williams investiga sobre una serie de “Conjuntos de Viviendas en bloc”, donde toma como referencia el proyecto de las Viviendas en el Espacio y las extiende sobre un plano hasta el infinito. De esta manera modifica una vez más la escala de su intervención proponiendo un ejercicio de transformación del edificio en paisaje. En sus dibujos genera alteraciones sobre la llanura pampeana para habitarla desde otra dimensión, crea un nuevo sistema en el que el Hombre Nuevo pueda habitar el horizonte.

La aplicación de las Viviendas en el Espacio al urbanismo, como Conjunto de Blocs, se ha mostrado rica en sus posibilidades pues permite resolver habitaciones de diferentes tipos destinadas a grupos sociales de diversa situación económica.

Memoria del autor, Viviendas en el espacio conjunto de Blocs

8-Perspectiva Viviendas en el espacio conjunto de bloc, 1943-1980.

La ciudad que necesita la humanidad

En su propuesta “La Ciudad que Necesita la Humanidad”, el arquitecto en su afán por trascender a su época, abandona la escala regional y despega hacia un discurso global, formulando una serie de condiciones óptimas para el hábitat humano, accesible a millones de habitantes mal alojados, despojados de su propia existencia, ocupando las grandes ciudades del planeta.

La propuesta consiste en una estructura monumental, elevada a 30 metros de altura, sin alterar el suelo, desarrollada a lo largo de riberas, desiertos y selvas. Una vez más, el desapego de lo real se produce a partir de un proyecto concreto. El Edificio Suspendido de oficinas proyectado para Buenos Aires del año 1946, se apodera del infinito como estructura proyectual.

9-Edificio suspendido de oficinas, 1946

Las ciudades deben devolver a los hombres lo que les quitaron: la luz, el aire, el sol, el goce del espacio y del tiempo, lo que necesitan para su salud física y mental, las horas que hoy pierden estéril y desagradablemente en el transporte y que podrían aprovechar para la producción, el descanso o el placer. Dar a la humanidad la ciudad que necesita, establecer el planeamiento racional humano aplicando el conocimiento y los grandes recursos de nuestros días, deben ser un fin y una base para una nueva política.

La ciudad que necesita la Humanidad

En esta gran escala, la del planeamiento urbano, vuelve a  estar implícita la idea de un nuevo orden social en búsqueda de una armonía superior entre la Naturaleza, el Hombre y la Tecnología.

10-Croquis de “La ciudad que necesita la humanidad”, 1972

Muchos de sus proyectos nunca se concretaron. Su pensamiento sobrevoló la realidad, perteneciendo al mundo de las ideas incontaminadas como en el pensamiento platónico. Podemos decir que sus formulaciones fueron tan irrealizables en su época como perfectas. Es tal vez por ello que sentaron las bases para que años más tarde otros pudieran interpretarlas, en distintos lugares del mundo, inspirados por aquellas ideas universales.

En 1966 proyecta y construye el Pabellón Bunge y Born, que toma como referencia la bóveda invertida que había desarrollado para “Tres hospitales en Corrientes”.

REFERENCIAS

Williams Amancio (1942) Archivo  Amancio Williams, 1990.

De Pierrefeu Francois – Le Corbusier. La maison des hommes,  1942

Acosta, Wladimiro (1984). Vivienda y clima. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires