En un edificio de oficinas se necesitan espacios amplios bien iluminados y ventilados y también grandes planos horizontales libres de obstáculos. Hasta hoy son obstáculos las columnas portantes que impiden la subdivisión de las oficinas en forma elástica y dificultan la iluminación. Esto se agrava en los edificios altos a causa de las grandes secciones horizontales de las columnas, como se ve claramente en los rascacielos norteamericanos.
La solución aquí propuesta permite obtener un volumen de obra extraordinariamente liviano, colgante de una estructura portante de hormigón armado por medio de tensores de acero. El volumen de obra metálica está constituido por entrepisos metálicos rígidos de espesor mínimo (condicionado este último más por necesidades de acústica que de resistencia). Las secciones de tensores son mínimas (las sometidas a mayor esfuerzo calculadas con coeficientes bajos son de 0,10 x 0,16m.). De esta forma los planos horizontales resultan libres en las zonas de oficina y los frentes presentan también superficies completamente libres para la iluminación.
El proyecto fue concebido durante la postguerra, momento en que grandes fábricas metalúrgicas quedaban sin trabajo y en que, sin impuestos aduaneros podían importarse los materiales necesarios. Por ello resultó lógico y económico estudiar un sistema de construcción en taller para ser armado en la obra. La estructura de hormigón armado se levantaría en el lugar. El edificio se compone de tres bloques metálicos, de ocho pisos cada uno, destinados a oficinas. Un cuarto bloc de cuatro pisos está destinado a club, confiterías, etc. Entre los bloques quedan espacios libres. El primero de ellos comienza a 18 m. del suelo siendo de 115 m. la altura total del edificio.
La forma de construcción en el espacio aísla el volumen de obra de los ruidos de la ciudad como así también de la trepidación del suelo provocada por vehículos de las calles y subterráneos. Este criterio permite devolver a la ciudad prácticamente la totalidad de la superficie del terreno en sus posibilidades de expansión y circulación. Incluye algunos pabellones de negocios aislados que podrán desaparecer en parte o en su totalidad el día en que se llegue a la verdadera solución urbanística.
Edificio suspendido de oficinas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. 1946
Colaboradores Arqs. César Janello, Colette B. de Janello, Jorge Butler Comitente Hileret